Las Dos Cosas Protectoras por Fernando Solana Olivares

El mundo está en llamas. Lo advirtió el Buda hace más de dos mil quinientos años, pero ahora, si se nos permite el uso enfático de la verdad convencional, su incendio ha llegado a cobrar proporciones dantescas. Las certezas relativas que construyeron un proceso civilizacional hoy están rotas, fracturadas, y se cumple con pavorosa perseverancia aquella visión marxista sobre la modernidad, entonces metafórica y actualmente literal, acerca de que todo lo sólido se desvanece en el aire. Todo fin de un mundo es el fin de una ilusión, y por fin sabemos que esa solidez atribuida a la realidad episódica no era tal.